- Eduardo Castillo
- 25 abr 2024
- 1 Min. de lectura
Poca gente sabe que tengo el sueño de ser escritor; y por supuesto que me gustarÃa contar grandes historias, llenas de alegorÃas y giros de tuerca inesperados; pero últimamente, por ejemplo, solo pienso en escribir sobre un vato que enojado con la vida, el sistema o como quieran llamarle, sube a un puente y decide escupir a los autos que pasan debajo y entonces el aire sopla y el escupitajo cae parte en su mentón y parte la punta de su tenis derecho, que obviamente no es nuevo. Escupido y derrotado tiene que bajar de un puente peatonal que le hace recorrer tres veces el camino que hubiera recorrido de cruzar la calle por abajo.